En cualquier caso, y ante la diversidad de modelos existentes, tendremos en cuenta
cuáles son nuestras necesidades en función del tipo de vivienda que queramos
proteger, la ubicación que debe llevar la alarma y el radio de acción que
necesitamos.
En cuanto a los componentes del sistema de alarma, que pueden ser complementarios
entre sí, tenemos los detectores de movimiento, los detectores de apertura de
puertas y ventanas, y los detectores de rotura de cristales. Los primeros, dotados
de infrarrojos, detectan la presencia de una persona por su movimiento. Los hay
tanto de interior como de exterior, y algunos modelos más avanzados pueden incluso
diferenciar el movimiento de una persona o de una mascota.
Los detectores de apertura de puertas y ventanas están compuestos por dos piezas
magnéticas, de manera que si alguien abre la puerta o la ventana se separan y
activan la alarma. Por su parte, los detectores de rotura de cristales funcionan
detectando vibraciones, lo que activa el sonido.